8 de Marzo de 2018, un día sin precedentes, donde miles, millones de mujeres nos unimos para gritar que nosotras también tenemos derechos, que queremos que nos traten de forma equitativa, que nos merecemos tener oportunidades para ser lo que queramos ser y que los cuidados deben dejar de ser invisibilizados, son responsabilidad de todos y todas. Un movimiento por los derechos, la igualdad y la justicia de las mujeres.
Manifestaciones y campañas de todo el mundo se han puesto en marcha para reclamar un mundo más igualitario. #Metoo en los Estados Unidos al que se le han unido otros países, #Yotambién en México, España y América Latina, #QuellaVoltaChe en Italia, #BalanceTonPorc en Francia y #Ana_Kaman en Estados Árabes.
#Niunamenos es la campaña contra el feminicidio que surgió en Argentina, el año pasado fueron las primeras en ponerse en pie y convocar una huelga el 8M, donde más de 200.000 mujeres participaron. Al que contagiaron a más de 70 países que ocuparon las calles.
Pero no fueron las únicas, en 1975 en Islandia el 90% de las mujeres del país pararon, hicieron huelga laboral y de cuidados, el país se paralizó. Abrieron el camino a la igualdad.
Aprendiendo, tomando ejemplo y uniéndonos a ellas, en este año 2018 por primera vez en la historia, más de 170 países han hecho acciones, movilizaciones y paros. España ha sido el único país que ha declarado huelga 24 h, pero estoy segura que este año nos tocó a nosotras pero que llegará el momento a otros países.
¿Y porque una huelga de mujeres?
Mujeres, con toda la diversidad que contiene esta palabra, sin nosotras se para el mundo.
Queremos un mundo en movimiento donde las mujeres seamos respetadas, reconocidas, libres y empoderadas.
Huelga en el mercado laboral, por tener igualdad en las condiciones laborales y por el reconocimiento de nuestro trabajo.
Huelga de cuidados, porque deje de ser invisible, que se reconozca el papel importante que cumple en la sociedad. Por compartir estos cuidados que todos/as podemos y sabemos hacerlo. No vamos a dejar de cuidar porque es imprescindible para el bienestar de las personas y la sostenibilidad de la vida y porque nos hace felices, pero no queremos hacerlo solas. Ya comenzamos a cuidar juntos y juntas pero aún nos queda mucho, mucho.
Hubo parte de la sociedad que frivolizó esta huelga de cuidados, se hicieron bromas sin reflexionar, esto refleja lo que aún nos queda por conseguir. Piensa lo importante que son los cuidados en tu vida y ahora, ¿de verdad piensas que es algo para pasarlo a la ligera? Reconoce a todas las mujeres que han dedicado su vida a hacerlo y únete a ellas.
Huelga estudiantil, porque sigamos fomentando la educación basada en la igualdad, y trato equitativo. Es hora de dejar a un lado la educación que sigue persistiendo en los roles y estereotipos de género.
Y no podemos olvidar la huelga por consumo por la producción consciente, porque somos parte de la economía y nuestros cuerpos no son objeto y estrategia para el consumo.
Huelga feminista: El feminismo, palabra que por desgracia no tiene buena fama, que han conseguido desvalorizar y ponerla en una posición de confrontación. No te confundas, el feminismo no es lo contrario del machismo, que persiste tanto en los hombres como en las mujeres. No te equivoques, el feminismo sólo quiere la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres.
El jueves fue un día de emociones encontradas, un momento de reflexión y lucha interior, de autocontrol para respetar cualquier idea u opinión y un acto de responsabilidad y de coherencia.
Quiero compartir contigo mis emociones...
Emocionada en la manifestación, los pelos de punta por la energía de todas las mujeres que me rodeaban gritando por sus derechos, libertades y sueños. Juntas por el recuerdo de las mujeres en la historia que lucharon para romper los primeros muros del patriarcado. Unidas por eliminar la violencia silenciosa y no tan silenciosa, la violencia machista.
Agradecida por todos los hombres que dieron un paso atrás para darnos el protagonismo que merecemos, hombres que nos apoyaron con sus acciones, con su voz, escucharon lo que teníamos que decir, hombres que se indignaron por todas las bromas y resistencias ante este día. Porque juntas y juntos somos más fuertes.
Orgullosa por vivir este momento con todas las mujeres que ayer revindicamos y gritamos por nuestros derechos, cada una como pudimos y decidimos.
Triste por aquellos y aquellas que no son conscientes de lo que pasó el jueves, que no creen que esto es necesario, que no se dieron la vuelta para vernos. Que ni si quieran pensaron que significó esta huelga feminista y sólo se mofaron haciendo bromitas.
Revuelta por toda la mochila que aún llevo en la espalda llena de piedras, que representan el sistema patriarcal que impregna mi sociedad, no consigo tirarlas y pesan, a veces las hago visibles sin ser consciente.
Gracias a todas las mujeres con las que pude compartir el día del jueves, a todas a las que sentí cerquita. A los hombres que respetaron y se unieron a nosotras tomándose en serio esta lucha. A tí, que estás dejándome contarte lo que significó para mí este día. Y a todos y todas que dieron un pasito por seguir transformando el mundo, un mundo donde los hombres y las mujeres compartamos responsabilidades, derechos, oportunidades y sueños.
Gracias a ti por poner palabras a todo lo que te supuso ese día. Me veo muy reflejada. La lucha sigue…
☺
Un abrazo Raquel.
¡Ana!Orgullosa de compartirlo contigo. Un abrazo