Hace unos meses te conté un pequeño experimento que hice entre las personas de mi entorno ¿lo recuerdas? Les pedí que dibujaran una flor, sin ninguna instrucción más. Aquí puedes ver lo que ocurrió:
Dinámicas para descubrir tu alma creativa.
Mi amigo David, se ofreció a hacerlo con su grupo de alumnos/as y hoy quiero contarte cual fue el resultado. Los participantes fueron niños/as de primaria y tuvieron las mismas indicaciones que el experimento anterior, es decir, ninguna sólo que dibujarán una flor.
Si les hubiéramos dicho que fueran creativos y que utilizarán su imaginación es posible que el resultado hubiera sido distinto. Pero quisimos hacer exactamente lo mismo que en el experimento con los adultos, si es cierto que tenemos que tener en cuenta que el entorno y el contexto son diferentes y esto influye en el resultado.
He decidido no publicar los dibujos por cuestiones de protección de datos, pero te contaré los resultados.
- Participaron 19 niños/as.
- Dibujan margaritas y girasoles a partes iguales, excepto tres dibujos que son tulipanes.
- Todos tienen mucho color, no hay una flor pintada igual.
- Lo más curioso es que en el dibujo aparece la meteorología, es decir, aparece un sol, las nubes y muchos de ellos lluvia.
- Además, el 80% han dibujado las raíces de la flor.
¿Conclusiones?
Nuevamente aparece por mayoría la margarita, ¿es la flor que más vemos en nuestro entorno o la que nos enseñan a dibujar? Pueden ser las dos razones, pero esta vez los/as niños/as lo han llenado de colores diferentes.
Curiosamente en muchos de los dibujos está presente la lluvia, pregunté a mi amigo si podía saber el motivo. En el momento que hicieron el ejercicio estaban tratando el ciclo de agua, por ello la lluvia y las raíces aparecen en los dibujos. Al estar en un entorno educativo donde están aprendiendo contenidos, asocian ideas y limitan un poco su creatividad. Aunque el profesor no les haya dado ninguna indicación que les haga pensar en ello. ¿No os parece?
Podríamos seguir con este experimento dando más conclusiones si lo hacemos en diferentes entornos, edades e incluso con instrucciones diferentes. Sacaríamos mucha información sobre cómo nos enseñan a hacer las cosas en la escuela o en otros entornos.
Desde la infancia nos limitan nuestra creatividad pero también nuestro concepto de la realidad, solamente nos enseñan una flor, una realidad. El campo esta lleno de flores diferentes, con sus cuidados, necesidades e identidades.
En el pasado artículo te prometí que te contaría algunas de las estrategias que utilizo yo para potenciar mi creatividad en la elaboración de mis acciones educativas. Pues allá va….
Estrategias para inspirarte.
Márcate un objetivo.
Lo primero que hago es tener claro que quiero conseguir con la acción que voy a realizar, a quién va dirigido, cúal es el entorno y qué necesidades debo tener en cuenta.
Todos estos elementos son importantes, se me puede ocurrir una idea fantástica pero que luego no la entiendan las personas a las que va dirigido y sólo conseguir frustración. También puede ocurrir que piense en algo que por espacio o tiempo no pueda hacerlo.
Así que primero valora, marca un objetivo y qué emoción quieres provocar a los participantes.
Parto de mis experiencias.
Llevo muchos años participando y realizando formaciones, así que tengo multitud de experiencias buenas y malas que me sirven para modificarlas, cambiarlas y añadir elementos nuevos que se me van ocurriendo.
Pero no sólo eso, lo más valioso son las experiencias de nuestro día a día, momentos vividos y compartidos pueden inspirarte mucho.
Observa y crea.
Cuando quiero generar una idea, camino dando vueltas por el lugar que me encuentre en ese momento, te recomiendo que salgas a pasear por algún lugar con muchos estímulos. Observa, párate delante de algo y deja que tu mente comience a pensar ideas, pero no olvides nunca tu objetivo. Escribe todas, ya las descartarás luego.
Busca tu momento de inspiración.
Cada uno/a tenemos un momento donde nuestra mente está más despierta o mejor dicho, más limpia y desintoxicada de tareas e ideas del día a día.
Mi momento es antes de levantarme, cuando me estoy despertando. Muchas veces casi sueño las actividades que voy a hacer al día siguiente. Es el momento en el que mi mente me permite imaginar sin límites. ¡¡Te diré que me han salido grandes ideas, que parecían no tener ningún sentido!!
Piensa y busca el tuyo.
Pierde tu ridículo, no descartes ninguna idea porque te de vergüenza llevarla a cabo.
A veces las ideas que se nos ocurren no llegan a ponerse en práctica por nuestras propias inseguridades. Pues te diré, que esas ideas son las mejores, bien ejecutadas sorprenderás y emocionarás a las personas que participen. No hay nada mejor como eso para el aprendizaje..
Yo cuando perdí el miedo “al qué dirán” se rompieron mis barreras y comencé a jugar con la creatividad sin ningún límite. Mis compañeros/as lo llamaban “Raqueladas”, locuras que luego se convertían con un buen trabajo en equipo en experiencias con buenos resultados.
Asociación de ideas.
Esta es una técnica muy válida y qué siempre funciona. Coge un papel, escribe el objetivo que quieres conseguir. Después en dos columnas escribe dos categorías diferentes. Rellena las dos columnas y luego comienza a relacionarlas entre ellas. Esto provocará que tu creatividad se ponga en marcha, sólo una recomendación, intenta asociar cada palabra con al menos cinco de la otra columna y no descartes ninguna.
Por último, quiero compartir contigo mis reglas del juego cuando es cuestión de creatividad y de diseñar acciones y actividades:
Haz todo lo que te haga sentir bien, si algo te hace sentir incómoda no conseguirás lo que quieres.
Nunca descartes una idea sin valorarla antes.
Utiliza todos los recursos que se te ocurran, por muy raros que parezcan.
La sorpresa y la emoción son detonantes de aprendizaje y reflexión.
Todos tenemos creatividad sólo hay que encontrar nuestra fortaleza para expresarla.
¿Compartes con SoyMundo tus propias estrategias?
¡Me encanta la asociación de ideas en dos columnas!
Gracias Raquel!
Una buena herramienta para poner nuestra mente a pensar, pero mucho mejor si lo hacemos sin limitar nuestra imaginación.