Los sentidos son nuestra brújula para percibir el mundo, son parte importante para construir la realidad, o ¿debería decir nuestra realidad? Puesto que los sentidos nos dan información del mundo exterior, pero somos nosotros/as mismos/as las que lo interpretamos. Cada uno/a de nosotros/as toda la información que recibimos la filtramos por una serie de elementos, como son nuestras experiencias pasadas, creencias, valores, construcción cultural e incluso por las emociones y sentimientos que nos produce, de esta manera nuestro cerebro construye nuestra realidad. El ejemplo, puede ser como un mismo olor, sabor o un sonido pueden producir diferentes emociones, puede que a una persona le produzca dolor y a otra alegría.
Los sentidos son estudiados desde el ámbito fisiológico, psicológico y médico (anatómico) pero déjame que lo haga desde otro punto de vista, en este artículo me gustaría dar la vuelta a los sentidos, por qué no mirarlos desde la construcción social, desde la transformación social.
Si eres educador/a, estoy segura que has hecho alguna vez una actividad en la que los protagonistas eran los 5 sentidos, haciendo a los participantes utilizarlos para superar pruebas de una gymkhana, por ejemplo. Pues hoy quiero darte otra manera de hacerlo, entrenarlos para ser más conscientes del mundo que construimos.
La Gymkhana de la percepción del mundo a través de los 5 sentidos
La vista
Todo lo que no vemos, no existe para nosotros/as. Y lo que vemos no es siempre lo que parece.
“Una imagen vale más que mil palabras” Seguro que has oído muchas veces esta expresión. La primera información sobre algo, nos lo trasmite la vista, y sino profundizamos en ello, será la idea que nos quedará en la mente sobre algo o alguien.
Queramos o no juzgamos a una persona según la vemos, y así actuamos. Muchas veces no nos permitimos tener más información sobre esta, nuestros prejuicios y estereotipos se ponen en marcha y construimos nuestra percepción de dicha persona. ¡Cuidado! Porque nos podemos estar perdiendo una persona increíble, dejemos que el resto de los sentidos también entren en juego.
El arma de la vista es la observación, trabajemos esta habilidad que nos ayudará a aprender, a ser críticos con acciones que no vemos justas, observar nos ayudará a encontrar grandes oportunidades que se nos presentan, pero que pasan desapercibidas porque no somos capaces de mirar.
Mira al mundo, viaja, conoce lugares que nos enseñan a mirar a otras culturas y a las personas. No dejes que las imágenes te engañen, que otras personas te pongan una fotografía de la realidad que quieren que mires, mira la tuya propia y se siempre crítica.
Algunas ideas para la gymkhana.
Te recomiendo que mires el post sobre tolerancia, de donde puedes ver algunas actividades sobre percepción y cómo miramos. Tenemos que aprender a mirar para ser más tolerantes. Aún así aquí te dejo otras ideas:
- Elige fotos de anuncios que se puedan analizar, muchos de los anuncios nos dan imágenes, que de manera implícita nos trasmite información de cómo debemos de ser dentro de la sociedad.
- Juega al juego de mesa “Pictureka” que nos entrena a observar y ver cosas que pasan desapercibidas.
El Oído
Los sonidos se transforman en mensajes para nuestro cerebro. Las palabras es uno de estos sonidos. Llegan a nuestros oídos y construyen también realidad.
“Me oyes o me escuchas” es la diferencia entre pasar desapercibido un sonido a interpretarlo. La escucha activa es nuestra arma para comunicarnos entre las personas. Por eso debemos saber ejercitarla.
No estamos acostumbrados a escuchar, a ser capaces de entender, empatizar, recoger la información sino que casi siempre hacemos nuestra propia interpretación de lo que nos cuentan. Esto es inevitable, filtramos la información como hemos dicho antes, interpretando el mensaje bajo nuestra realidad del mundo pero intentemos ser lo más objetivos posibles para que podamos retener la información objetiva y empatizar con la persona que nos cuenta.
Un enemigo para la buena convivencia son “los rumores”, y esto se propicia por una mala escucha, manipulación de la información, sumado a los prejuicios creados ante algo.
¿Habéis jugado alguna vez al teléfono escacharrado? Seguro que lo habéis probado, es un buen ejemplo de esto que estoy hablando.
Algunas ideas:
La mejor actividad para trabajar todo esto es sin duda la “historia contada en cadena”. Haz que todos salgan de la sala, o si es una gymkhana que se alejen del espacio de la prueba, solamente deja que se quede un/a participante. Cuéntale una historia con la única instrucción de que escuche, te recomiendo que la historia no sea muy corta, que incluya varios nombres, lugares o fechas y que también cuente varias acciones diferentes.
Después haz que esta historia se la transmita a un compañero/a y así sucesivamente hasta que lo hayan hecho todos/as, por último vuelve a contar la historia que le has contado al primero/a. ¿Se parece a la última? Estoy segura que tendrás resultados que no les dejarán indiferentes. Es importante que al acabar reflexiones con ellos lo que ha pasado.
Otra actividad divertida y con mucho contenido es el “Dictado de un dibujo”. Dibuja una imagen donde existan figuras geométricas juntas. Pide un voluntario/a del equipo y al resto dales un papel y un bolígrafo.
El ejercicio consiste en que uno/a de los/as compañeros/as explique el dibujo que tiene delante para que el resto del grupo pueda dibujarlo según las indicaciones de esté.
Comprobarás que ningún dibujo será exactamente igual. Esto ¿Qué demuestra? Se pueden sacar muchas conclusiones pero sólo te diré una: “Jamás llega el mensaje tal cual lo tenemos en nuestra mente”.
Estos dos ejercicios hablan de nuestras habilidades sociales comunicativas, muy relacionadas con la escucha activa, esos sonidos que nos llegan al oído que son palabras, que hacen que las personas nos comuniquemos de forma efectiva.
Pero no solamente nos llegan palabras a nuestros oídos, la música es otro elemento de comunicación, placer, disfrute, etc… ¿Estos sonidos musicales son los mismos en todo el mundo? La música y los instrumentos musicales crean identidades culturales que nos enseñan la diversidad.
El Gusto y el Olfato
Vamos con dos sentidos que están muy unidos y nos permiten viajar por el mundo. Los olores y los sabores forman parte de un lugar, son identidad cultural.
Los alimentos a lo largo de la historia han viajado de un lugar a otro, podemos encontrarnos los mismos alimentos en muchas partes del mundo, pero ninguno está de la misma manera cocinado, condimentado o aliñado, el sabor y el olor es único de un lugar.
El gusto y el olfato son dos sentidos por descubrir, que nos sorprenden cada día si experimentamos nuevas sensaciones, no perdamos la oportunidad de probar nuevos olores y sabores, somos nosotros/as mismos/as los únicos/as de ponernos límites.
La idea que te propongo para nuestra ghymkhana
Elije un alimento representado en muchas culturas como es el arroz, utiliza varias recetas de diferentes partes del mundo. Después deja al grupo que lo pruebe y lo huela e identifique el lugar del mundo donde se come. Acaba con una reflexión sobre lo que nos une (el mismo ingrediente) y lo que crea identidad (la forma de cocinarlo)
¿Nunca te has trasladado a un lugar o un momento de tu vida con un olor? Los olores nos dan información, generan recuerdos y también previene de peligros. Puedes hacer la prueba: escoge varios olores y pregunta que es lo primero que les viene a la cabeza.
El tacto
¿Qué nos da el sentido del tacto? Algo muy importante para todas las personas con lo que no sabemos vivir, eso es el contacto físico entre nosotros/as o lo que es lo mismo, el afecto.
Nuestras manos y cuerpos se tocan, produciendo una sensación placentera que trasmite cariño, amor, apoyo, etc. Tenemos que abrazarnos más, sentir a la otra persona más cerca.
El contacto físico también es cultural, podemos comprobar que en muchas culturas tanto esté como las muestras de cariño están reservadas a los espacios más íntimos.
Permitirme también hablar en este apartado de los roles de género, que también es una construcción social que debemos cuestionarnos. En el aspecto del afecto, los cuidados están íntimamente relacionado con el rol de género femenino.
Los ejercicios que te quiero contar en este apartado son muy sencillos y consiste en ¡abrazarnos!
- Podemos ponernos en un círculo y comenzar a caminar mientras suena una música de fondo, cuando esta pare tendremos que buscar a la persona más cercana, pararnos enfrente de ella y darnos una muestra de cariño, la que cada pareja elija para que se sienta más cómoda. En esta actividad podemos trabajar el espacio de confianza que existe en el grupo.
- Otra manera de hacerlo es tapar los ojos a uno/a de los/as participantes y dejar que el resto le abracen, así hasta hacerlo con todos/as. Podemos incluir la instrucción de que sean capaces de adivinar quién les abraza.
- También podemos dedicar el espacio del sentido del tacto a aprender sobre otras culturas y como son las normas de relacionarse, con algún juego como el Memory, Identity, etc.
Con los sentidos construimos nuestro mundo, aprendemos a relacionarnos y nos emocionamos.
Debemos entrenar nuestros sentidos para que nos dejen ser tolerantes, responsables y críticos con nuestra propia realidad. Por ello quiero dejarte esta Gymkhana llena de aprendizajes sobre tolerancia, diversidad, habilidades sociales y afecto.