Viajar para aprender, descubrir, reflexionar………
Pero sobretodo hacer crecer tu mente:
Observando cada lugar por donde pasas,
Curioseando cada rincón,
Aprovechando a hablar con cada persona que se te cruza en el camino,
Sorprendiéndote y aprendiendo de cualquier cosa que encuentras diferente a lo que estás acostumbrado
Experimentando la sensación de investigar e interpretar cada cosa partiendo de tu experiencia y conocimiento y sino tener la inquietud de averiguarlo y ponerte a buscar,
Sintiendo esa sensación de agobio y estrés para resolver cualquier problema que se te presenta…..
Podía seguir y no acabar esta lista, porque una de mis pasiones es perderme por cualquier lugar ya sea cerca o lejos, y porque creo que viajar es la mejor forma de poder experimentar millones de emociones, experiencias y aprendizajes, pero ya dedicaré un post a hablar de todo esto.
SoyMundo no es un blog de viajes, y no pretendo con este artículo contaros todos lo que podéis hacer y ver en la Toscana (Italia) para eso tenéis muchos blogs que os pueden ayudar de forma fantástica como por ejemplo Mochileandoporelmundo.com, que sin ellos nosotros nos hubiéramos perdido un montón de cosas y no hubiésemos comido también. ¡Gracias Rober y Lety!
Lo que pretendo con este artículo es otra cosa, sólo quiero compartir contigo lo que añado a mi mochila de la vida con este viaje.
Si no estás de viaje esto es más difícil que ocurra.
En tu día a día es casi improbable que hables con la persona que tienes al lado sentada en el metro o comiendo en un restaurante. Cuando estamos de viaje esto cambia, (o por lo menos a nosotros nos pasa) por una extraña razón estas abierto a relacionarse y a conocer otras personas.
En este viaje no nos hemos traído amigos como nos ocurre otras veces, pero si unos vecinos de apartamento que sin saber nuestros nombres nos ayudabamos cada vez que nos veíamos por las calles de Florencia, y una velada con una pareja turca.
Pero de este viaje nos llevamos la conversación con un chico Senegalés que intentaba vendernos unas pulseras en la plaza de Novella en Florencia, con el que pudimos hablar unos minutos y nos contó su experiencia en España cruzando la frontera, su llegada a Italia y que en estos momentos estaba esperando la aprobación de asilo en el país.
Lo emocionante de viajar en transporte público.
Cuando comenzamos a preparar el viaje todas las personas con las que hablábamos, y todo lo que leíamos nos recomendaban visitar la Toscana en coche pero esta vez queríamos que nuestro viaje fuera en tren y autobús, así que no hicimos caso y así nos fuimos.
No hay una única manera de viajar, “Todos los caminos llegan a Roma” aunque tardes un poco más.
Es cierto que no pudimos ver los paisajes de la Toscana en profundidad pero como ventaja no teníamos que preocuparnos de donde dejar el coche, sólo de montarnos en el tren adecuado para continuar nuestro viaje.
Yo soy una persona que utiliza mucho el transporte público así que estoy acostumbrada, pero siempre hay algo que te sorprende, y esta vez fue la manera de conseguir el billete de los autobuses. Cada vez que queríamos coger un autobús era toda una aventura averiguar dónde comprar el billete, porque no puedes comprárselo a conductor, sino encontrar un kiosco, bar, cafetería, etc donde los venden, y no siempre era sencillo.
Al principio nuestra mente nos decía que tendría que ser en un kiosco y que había un cartel para indicarlo, pero no era así, donde menos te lo esperabas allí se compraba, normalmente aprendimos que era en una cafetería más o menos cercana a la parada.
No siempre las cosas están donde las esperamos, cada lugar tiene sus reglas. Es posible que las personas que viajan a España no esperan que los abonos de autobús los venden en los estancos.
El juego de observar.
Es uno de mis juegos preferidos cada vez que voy a un lugar nuevo es sentarme en una plaza, en la calle o donde sea, y quedarme observando lo que hacen las personas de ese lugar, cada una con su historia.
Pruébalo, suele ser muy divertido y además aprendes cosas muy curiosas.
Esta vez no fue necesario sentarse, fue entrar a la plaza de Los Milagros de Pisa y quedarnos un instante mirando lo que hacía la gente y no parar de reírnos, veías a la gente de mil y una posturas para hacerse la foto sujetando la Torre de Pisa. Si te abstraías un segundo de donde estabas, te dabas cuenta lo absurdo que era.
Pero… por supuesto…… ahí nos unimos a la absurdez y nos hicimos la foto!
Con esta imagen te das cuenta de cómo te dejas llevar por la multitud.
¿Qué es lo más importante en un día caluroso de verano?
¡El AGUA! y esto en la Toscana lo tiene claro, en cada ciudad hay más de una fuente pública para que puedas refrescarte, y esto me encantó, ojalá todas las ciudades y pueblos españoles tuvieran fuentes con agua accesible para todos/as.
Pero lo más increíble y que no había visto aún en ningún lugar, ¡es una fuente con agua con gas! En Italia como en otros países se consume mucho el agua con gas, y en una plaza de Florencia hacen cola los turistas para llenar su botella con esta agua, mientras el grifo de agua natural normalmente está vacía de gente.
Si vas a Florencia te reto a que la encuentres y la pruebes.
Me encontré con Pinocho
Muchos de los cuentos tienen un origen y una historia detrás y es el caso de Pinocho, Florencia está llena de tiendas donde vendes muñecos de este personaje, y esto hizo que me interesará un poco por su origen.
Pinocchio, es uno de los cuentos infantiles más conocidos en todo el mundo, pues ¿sabías que no fue creado como literatura infantil?
El autor es el escritor y periodista Carlo Lorenzini más conocido como Carlo Collidi. La historia fue publicada por primera vez en un periódico entre 1882 y 1883 con los títulos “Historia de un títere” y “Las aventuras de Pinocho” ilustrados por Enrico Mazzanti.
En la versión original Pinocho acaba ahorcado por sus conductas desobedientes y con posterioridad cuando se convirtió en un cuento infantil el final fue sustituido por convertir al personaje tras portarse bien en un niño de verdad.
Los niños/as también quieren conocer y disfrutar la ciudad que visitan.
Yo soy una persona loca por los mapas y las oficinas de turismo, pero no tanto de las guías, me gusta trastear por internet para encontrar información sobre cada monumento y lugar. Pero esta vez era imposible no volverse loca con toda la historia, arte, y monumentos que había así que nos pusimos a buscar una guía para saber un poco más lo que estábamos viendo.
En esta búsqueda fue cuando encontré algo que me encantó, un montón de libros, en casi todos los idiomas, para que de manera amena y divertida los/as niños/as también conocieran la ciudad.
Si alguna vez viajáis a Italia con niños/as acordaros de la Editorial Mandragora, sus cuentos están traducidos en varios idiomas, y en cualquier librería de los lugares a visitar os lo podéis encontrar. Yo como no podía ser de otra manera, me compré “Florencia. Un sueño de colores”,
Los símbolos de poder.
En casi todas las ciudades y pueblos de la Toscana es fácil encontrarse más de una torre, la razón es que las familias adineradas las construían para dar a entender su posición social y riqueza. Así competían en la altura, cuanto más alta más riqueza. Un ejemplo es el pueblo de San Gimignano que llego a haber 74 torres, en la actualidad podemos ver 14.
¿Cuáles pueden ser los símbolos de poder en nuestro tiempo?
Plazas y deportes medievales.
Los deportes van unidos a la cultura y a la historia, si recorremos el mundo podemos encontrarnos centenares de deportes que desconocemos.
En la Toscana sobreviven dos deportes de origen medieval que se celebran dos veces al año: Calcio Storio Fiorentino y El Palio de Siena.
Y lo más curioso es que se practica en dos plazas fascinantes en las ciudades de Siena y Florencia.
El Calco Storio Fiorentino es una modalidad primitiva del fútbol en la Edad Media (XVI), si visitas la Plaza de Santa Croce ( Florencia) busca el disco de mármol del 1565 que señalaba la línea mediana del campo de juego de fútbol.
El Palio de Siena es una carrera de caballos que enfrenta a los distritos de la ciudad y se celebra dos veces al año en la Plaza de Campo.
Una pena que no pudiéramos disfrutar viendo ninguno de estos deportes, porque imagino que te transportarás a la época de origen, y entenderás mejor el encanto que tienen especialmente estas plazas, llenas de vida e historia.
Reglas de convivencia que suman.
Viajando aprendes de los actos de convivencia de personas individuales y colectivas.
Te contaré algo que nos ocurrió en Pisa que como dueño/a de dos perras nos sorprendió gratamente. Mientras cenábamos en una terraza, había un perro solo dando vueltas por la plaza donde estábamos, la camarera comenzó a preguntar entre los comensales quién era el dueño/a. Al no encontrarlo nuestra sorpresa fue que se acercaron al perro, examinaron la chapa que llevaba donde tenía un teléfono e inmediatamente llamaron para avisar al dueño/a. No sabemos si fue una iniciativa de la camarera o una norma colectiva pero ojalá fuera algo que hicieran todas las personas en todos los lugares, como acto responsabilidad y civismo.
Hasta aquí lo que quería compartir contigo.
A simple vista puede parecer que este post no tenga que ver con la temática de SoyMundo, y que sólo te estoy contando mi viaje, pero si rascas un poco más te darás cuenta que todo está relacionado con el aprendizaje, aprender de la historia y la cultura, recursos para utilizarlos en tu labor educativa, darte alguna idea y recursos para viajar con niños/as pero sobretodo quiero transmitirte que las pequeñas experiencias pueden ayudarte a romper tus propios esquemas y seguir abriendo la mente, para mí es así cada vez que salgo de mi entorno.
¡¡Qué alegría leer todo esto!!
Y cuánto de cierto eso de que cambiando de entorno nos desenvolvemos de otra forma. Sería bueno recorrer el ambiente habitual con los mismos ojos curiosos…
¡Un abrazo!
¡Tienes toda la razón, Ana! Pasamos muchas cosas desapercibidas porque creemos saber todo de nuestro entorno pero no es así.
Un abrazo para ti